La Universidad de Extremadura en colaboración con la Junta de Extremadura, ha diseñado una metodología de trabajo que "va a la raíz de los elementos causantes de los grandes incendios catastróficos", basándose en la planificación de un "mosaico agroforestal" con discontinuidades (usos agroganaderos) entre las densas masas forestales de pino resinero y zonas arbustivas en abandono.

Y es que, "el abandono de las labores campesinas, unido a la pérdida de población rural, ha propiciado el aumento descontrolado de material combustible en grandes espacios continuos", señala desde el proyecto.

Un aspecto importante de este proyecto, es que implica a la sociedad en la prevención de incendios y propicia la creación de "cortafuegos productivos", que "ayudarán a fijar población entre pueblos amenazados por el la extinción demográfica".

Así, y para ensayar la potencialidades de este enfoque, la Universidad y la Junta de Extremadura, han elegido las dos comarcas "más castigadas por incendios de Extremadura", como son la Sierra de Gata y las Hurdes.

El interés generado en estas dos comarcas "es enorme", ya que en un año de trabajo transcurrido hay registradas 160 iniciativas pública-privadas y se acaba de constituir la Asociación Mosaico que será la continuadora del proyecto, más allá del impulso iniciado por la Universidad.

Esto está suponiendo una incidencia objetiva en más de 1.200 hectáreas entre las dos comarcas piloto, de tal forma que recientemente se ha incluido el proyecto en el catálogo SIMRA de la UE (Social Innovation in Marginalised Rural Areas) como "ejemplo de innovación social y gobernanza en agricultura y desarrollo rural" y universidades de Chile, Portugal y California, con problemas parecidos, se ha puesto en contacto con el Mosaico para trasladar su metodología.