El presidente de la Junta de Extremadura, Guillermo Fernández Vara, ha reflexionado este miércoles sobre la importancia del Canal de Orellana como elemento fundamental para generar proyectos de vida y fijar la población el territorio. El jefe del Ejecutivo regional ha realizado estas declaraciones en Don Benito, donde ha participado en la clausura del acto de conmemoración del 50 aniversario de la puesta en marcha de la zona regable del canal de Orellana, organizado por la Comunidad General de Usuarios del Canal de Orellana, un acto al que también ha asistido el secretario general de Población y Desarrollo Rural, Manuel Mejías. Allí, el responsable del Gobierno regional ha ligado la construcción del canal de Orellana al medio de vida de los habitantes de los pueblos de colonización.

"Fue una gran esperanza para muchísima gente, una solución para que Extremadura no se quedara descapitalizada de su elemento más valioso que son las personas", ha remarcado. "Ellos fueron gente valiente que en momentos muy difíciles construyeron su proyecto de vida y de familia, tuvieron muchos hijos y contribuyeron a la Extremadura del futuro recomponiendo una situación dramática en una tierra agredida por el fenómeno de la inmigración", ha considerado. En su discurso, el presidente ha destacado que el canal de Orellana entraña una historia de prosperidad compartida que ha permitido un mejor futuro para los jóvenes de la zona de las Vegas Altas.

"Cuando voy a las graduaciones y pregunto a los chicos y chicas de dónde son, muchos de ellos proceden de las Vegas Altas. Ahí se ve que la vida no les ha cercenado su fututo, sino todo lo contrario", ha aseverado. Asimismo, Fernández Vara ha señalado la importancia de las zonas rurales como productoras de alimentos para una población mundial que ya ha llegado a los ocho mil millones de habitantes.

Según el presidente la pandemia ha servido para que una parte del mundo "los urbanitas" descubriera a la otra parte "que era el mundo rural, la España vaciada la que le daba de comer." REGADÍO Durante el transcurso de su intervención, el presidente ha señalado el enorme protagonismo que ha adquirido el regadío a medida que se han ido reduciendo los resultados producticos de los cultivos de secano. El presidente ha recordado que en Extremadura disponemos del 60 por ciento del regadío por goteo.

"Tenemos gran parte de la tarea hecha, aunque nos queda todavía camino por recorrer y tenemos previstas inversiones que pretenden seguir modernizando los regadíos". En ese sentido ha expresado que desde Extremadura vamos a seguir defendiendo el regadío, porque "ese es el único futuro, el regadío responsable, el regadío tecnológico, el adaptado a las necesidades".

Además, el presidente ha afirmado que vivimos en un territorio que tiene gran capacidad de agua embalsada, pero que sufre la crisis del agua más que ninguno cuando no llueve. Por ello, ha abogado por priorizar en España y en Europa la política de agua. "El agua hay que compartirla y hay que pensar en el futuro sobre esa base, de la misma manera que nosotros compartimos la producción energética y somos muy generosos con el principio de compartir lo que cada uno tiene", ha aseverado. Ha señalado que de la misma manear que se han establecido redes eléctricas para llevar la energía de unos territorios a otros, habrá que hacer conexiones para compartir el agua.

"Hay que hacer de la política del agua, una política de Estado", ha subrayado, al tiempo que ha resaltado que "cada uno tiene que poner lo que vaya teniendo para tener una patria justa, donde cada uno aporte lo que tenga y reciba lo que necesite". Por último, el presidente ha apelado a la unidad para abordar el problema de la alimentación que existe en el mundo. "Nos tenemos que sentir interpelados, concernidos con la hambruna, tenemos que ser parte de la solución y para ello hay que asegurar la capacidad de cada uno y sus las necesidades y seguir trabajando para mantener el mundo en el que vivimos", ha remarcado.