La presentación a los medios de comunicación de un óleo desconocido de Timoteo Pérez Rubio que ha sido donado al Museo Provincial de Bellas Artes, MUBA, representa para Valentín Cortés, presidente de la Diputación de Badajoz, “una importante aportación al conjunto de obras que el museo pacense posee del pintor extremeño, que ya asciende a 11 pinturas y supone una contribución notable al conocimiento del artista, como paisajista y retratista, a la vez que enriquece su notable producción pictórica conocida”. Han acompañado a Cortés el diputado-delegado del Área de Cultura de la Institución Provincial, Miguel Ruíz, el director del MUBA, Román Hernández, y un familar de la donante.

       “Retrato de Doña Concepción Rábago”, óleo sobre lienzo de 1,90 por 137,5 centímetros, fue pintada por Pérez Rubio en 1931 en una finca de la localidad madrileña de Galapagar. Considerado tanto un elegante retrato femenino como un excelente paisaje invernal, pertenecía al ámbito privado de la familia Jiménez Díaz. Rosa Chacel, esposa del pintor de Oliva de la Frontera, cuenta en su obra autobiográfica “Timoteo Pérez Rubio y sus retratos de jardín”, que ambos le cantaban a su hijo Carlos en el verano de 1931 cuando “Timo pintaba el retrato de Conchita Jiménez Díaz”, con quien les unía una amistad “muy verdadera porque a él lo admirábamos por su talento y a ella por su encanto”. Concepción Rábago vivió entre 1990 y 1969 y estuvo casada con el doctor Carlos Jiménez Díaz. Su hermano Luis contrajo matrimonio con Teresa Jorrín. La hija de esta, María Teresa Jiménez Díaz Jorrín, sobrina de la retratada, es pues la donante del cuadro y mujer del también doctor Aurelio Rapado Erazti, a quien el ayuntamiento de la capital pacense ha dedicado una calle.

     Un hermano de Aurelio, José Mª Rapado, ha asistido a la presentación del cuadro desvelando los motivos por los que la obra se ha donado al MUBA. Como primer razonamiento ha esgrimido el origen extremeño de Pérez Rubio y el papel que jugó en el siglo XX como pintor y como salvaguarda del patrimonio artístico del Museo del Prado durante la Guerra Civil española. El segundo viene condicionado por “el amor que Aurelio sentía por Extremadura y por el arte, lo que le llevó a desear que a su muerte el cuadro se depositara en el Museo de Bellas Artes de Badajoz para que pudiera conocerse por los extremeños”.

      Valentín Cortés ha querido destacar una de las señas de identidad más claras y permanentes del MUBA, como es el constante aumento de su contenido. El presidente provincial ha recordado que “este Museo Provincial de Bellas Artes fue creado en 1919 e inaugurado al año siguiente de 1920. Desde esta fecha se comprueba que el incremento de sus colecciones ha impulsado en paralelo el crecimiento de sus espacios”

    La afluencia permanente de obras, especialmente de pinturas, se ha venido realizando a través de los tres procedimientos de arribo o acopio  propios en todos los museos, depósitos de obras procedentes de instituciones y personas, compras anuales y donaciones gratuitas.

      El óleo de Timoteo Pérez Rubio se incorporará como obra principal a la sala que el Museo dedica al pintor, ubicado en el edificio de la calle Meléndez Valdés.