La Federación Extremeña de Caza destina 300.000 euros para investigar las causas de la disminución de la caza menor en la región
Cáceres, 15 de diciembre de 2020.- La Federación Extremeña de Caza (Fedexcaza) ha destinado 300.000 euros a la investigación de las causas del descenso de la caza menor, frente a la caza mayor. Así lo ha manifestado su presidente, José María Gallardo, en el acto de presentación de la cuarta edición del “Informe sobre la situación de la Caza en Extremadura’, donde indicó que ya han concurrido grupos de investigación y universidades españolas interesadas en esta materia.
Este documento, que confirma, un año más, la crisis de la caza menor y la expansión de la caza mayor, es un informe que servirá para “poder regular o legislar mejor la caza en la región y poner solución a los muchos retos que se nos plantean, como es el aumento de las poblaciones de jabalíes con nuevas áreas de colonización, y de ciervos, frente a una disminución de especies como el conejo y la liebre, a pesar de los esfuerzos de recuperación de este sector cinegético”.
Gallardo ha señalado que la caza es uno de los sectores económicos más importantes de Extremadura, sobre todo para las zonas rurales, ya que mueve 380 millones de euros al año en la región, que cuenta con 180 empresas ligadas directamente a la actividad cinegética.
Extremadura, que cuenta con dos de las tres principales industrias de carne de caza de Europa, ingresa en sus arcas todos los años 6 millones de euros directos del sector cinegético.
El presidente de Fedexcaza asegura que quien se posiciona en contra de la caza no sabe de lo que habla “o sí lo saben, pero tienen otros intereses”. Nosotros, dijo, “tendemos la mano a todo el mundo porque somos los primeros implicados en una gestión y en un aprovechamiento sostenible de nuestros recursos”.
La caza, en su opinión, es la forma más eficiente, eficaz y barata de controlar las poblaciones, “allí donde no se realiza una correcta gestión cinegética, empieza a haber problemas de sobrepoblación, la aparición de enfermedades y malformaciones genéticas”.
De hecho, indicó, un estudio de la Universidad de Extremadura pone de manifiesto que un 72 por ciento de los ciervos analizados en Monfragüe presentan una calidad genética muy baja.
Por su parte, el vicepresidente de la federación y autor del informe Manuel Gallardo, ha desgranado algunos de los datos referentes al sector, entre ellos, que en Extremadura hay 3.308 cotos, de los 591 son sociales, 834 de caza mayor y 1.883 de caza menor. A pesar de ser inferiores en número, el 49% del territorio en cotos de caza corresponde a cotos sociales.
Destaca el aumento de los cotos de caza mayor (34 más en un año) y una importante disminución de los cotos privados de caza menor, (44 menos), “algo que puede ser debido al aumento de caza mayor y la evidente escasez de la menor”.
“La situación de la liebre podría considerarse catastrófica ya que no deja de disminuir el número de liebres cazadas tanto en Cáceres como en Badajoz, siendo esta última la más afectada, con un descenso del 24,94% en los animales cazados en la temporada 2018/19, con respecto a la anterior”. En Extremadura las capturas de liebre han bajado más de un 47% en cinco años.
“Y si hablamos del conejo solo se puede hablar desde la más absoluta preocupación, agudizándose su crisis año tras año, aunque este año vemos un ligero aumento que no compensa para nada su situación dramática, con un descenso del 37% respecto a 2014”.
En cuanto a las acciones de caza mayor, el año pasado hubo 1.724 entre monterías y ganchos (hubo 1.459) y batidas de jabalí (265). Es la cifra más alta de la serie, con 60 más que el año anterior.