Tras gestiones practicadas y tener información sobre posibles transacciones ilícitas, se estableció un dispositivo de vigilancia en torno a la barriada de la Cañada Real de Sancha Brava de Badajoz, con el fin de detectar posibles negocios ilícitos.

 Los investigadores observaron cómo accedía al barrio una furgoneta comercial y, de una manera discreta, la siguieron con el fin de comprobar el motivo de su presencia allí y la mercancía que pudiese portar. Una vez interceptada, se inspeccionó el interior del vehículo, hallándose en la zona de carga varios envoltorios que contenían 500 kilos de picadura de tabaco que se pretendían introducir en el mercado ilegal, eludiendo los controles sanitarios y administrativos preceptivos. El alijo aprehendido hubiese alcanzado, en el mercado clandestino, la cantidad de 80.000 euros. Igualmente, en el cacheo al que fue sometido el conductor, le fueron intervenidos tres teléfonos móviles y 2.500 euros en efectivo.

 Ante estas circunstancias, se procedió a la detención de esta persona, siendo trasladada a dependencias policiales, donde se tramitó el pertinente atestado que fue finalmente remitido a la Autoridad Judicial.