El nuevo parque infantil de Suerte de Saavedra (lateral de c/ Camilo J. Cela) estaba incluido en la adjudicación de aparcamientos en superficie que se han construido en Valdepasillas y El Nevero.

Allí esperaban hacer un aparcamiento para 20 coches, aunque finalmente desecharon la idea. Un viraje que demuestra el pobre conocimiento que tiene del barrio la derecha municipal pues no hacen falta aparcamientos. No hicieron estacionamientos, pero sí el parque infantil. Un parque infantil “pelado”: un columpio y un tobogán, entre arena y mucho hormigón impreso. El objetivo encubierto era eliminar el barrizal en que se convertía esa plaza cuando llovía, un barrizal que ahora se ha trasladado a los alrededores, donde termina el cemento.

 Ricardo Cabezas afirma que “en Suerte de Saavedra está el último parque que se ha hecho desde la factoría made in Gragera. Como se puede comprobar: un columpio, un tobogán, arena y cemento, mucho hormigón. Este es el tipo de parque infantil y plaza que se lleva en los barrios periféricos, en los barrios marginales para el señor Gragera, porque si nos vamos a otras zonas de la ciudad vemos cómo los parques infantiles tienen sus fuentes, sus árboles, sus toldos y otro tipo de juegos. ¿Por qué la gente de Suerte de Saavedra no puede disfrutar de parques infantiles de primera y se tienen que conformar con un cutre parque infantil, pues el que han puesto no se considera ni de tercera categoría? Son parques infantiles de hace treinta años”.

 Suerte de Saavedra espera un parque más (que no ha salido a licitación), después de muchos años sin arreglar el de la calle David de la Maya, el mal estado del que está en el parque Los Montitos y tras arrancarse en mayo de 2022 las dos zonas infantiles de c/ Enrique Sánchez de León que, nueves meses después, siguen sin reponerse.  Discriminación a un barrio más que demostrada.