Este viernes 19 de mayo, a las 21:00 horas, en el Teatro López de Ayala concierto de Nacho Vegas, donde presenta su nueva gira ‘Mundo inmóviles derrumbándose’, último álbum del artista hasta la fecha.

Este nuevo disco revitaliza y pone al día cada elemento que ha servido para convertirlo en un referente musical ineludible para toda una generación, y en uno de los más grandes compositores de canciones que ha dado nuestro país en las últimas décadas.

El precio anticipado de las entradas es de 25€, y el día del concierto 30€.

Tras más de 20 años de carrera profesional en la música, Mundos inmóviles derrumbándose surge, no como un álbum de madurez, sino como un álbum de plenitud. Todo lo que ha hecho grande a Nacho Vegas en el pasado está aquí: la pluma afilada, la introspección, la aguerrida crítica social, lo íntimo y confesional, y esas melodías que se instalan en el oyente desde la primera escucha. Vegas se abre en canal en cada canción y ofrece todo lo que tiene dentro, con un compromiso muy difícil de ver en la música actual, y reinventándose en pleno siglo XXI con un sonido más luminoso y orgánico.

Para ello ha formado una nueva banda que se nutre de viejos colaboradores, como Joseba Irazoki o Manu Molina, y la decisiva incorporación de Hans Laguna, Ferrán Resines y Cristian Pallejà, que también han sido los responsables de la grabación y mezclas del disco. Además de ellos, colaboraciones de lujo como las de Mursego, Mancha ‘E Plátano’, el Coru Antifascista Al Altu La Lleva y toda una delegación de jóvenes talentos catalanes en los vientos y las cuerdas que arropan algunas de las canciones y ayudan a perfilar el sonido de Mundos inmóviles derrumbándose.

El disco no es una simple colección de nuevas canciones: casi funciona como una exposición en la que el oyente avanza de la mano de Nacho, parándose en cada pieza para contemplarla con atención y sumergirse en cada frase, cada melodía, cada emoción, cada historia narrada con pinceladas certeras que cobran vida nueva en cada escucha. Todo conectado con la personalidad de Nacho y por la magnética expresividad de su voz, que suena hoy mejor que nunca: más sincera y rotunda, intensa en algunos momentos, quebradiza en otros, y siempre al servicio de la canción, esa obra última que, en este disco, trasciende a todo lo demás. Porque Nacho Vegas y sus canciones son, en esencia, una misma cosa.