La experiencia piloto, nacida del proyecto europeo ECO2CIR, se inició el diciembre de 2021 y cuenta medio centenar de contenedores marrones instalados en islas junto a los contenedores de recogida selectiva (amarillo, azul e iglú) y los contenedores de fracción resto. 

  Estos contenedores están cerrados y se abren con una llave que se distribuyó a todos los domicilios, con objeto de evitar que residuos indeseados se mezclen con la orgánica y perjudiquen a la calidad del compost final en los Ecoparques de la Junta de Extremadura.

  Los residuos deben ser depositados en bolsas compostables; en ellas, solo deben echarse los restos de comida (cruda y cocinada), restos de infusiones y posos de café, servilletas y cartones sin tintar manchados de comida o aceite, pequeños restos de jardinería, palillos y palos de madera de helados. 

  La iniciativa está resultando positiva tanto a nivel técnico y logístico, como a nivel de cambio de hábitos de la ciudadanía. La participación al inicio de la experiencia fue excelente, con un gran volumen de residuos depositados en los contenedores marrones (6,9 toneladas registradas en diciembre de 2021), pero en los últimos meses se ha reducido sensiblemente la aportación y el acierto a la hora de depositar los residuos. En este sentido, desde el consorcio se formula un llamamiento a la ciudadanía para incrementar la colaboración en la gestión de estos desechos.

  Precisamente, con objeto de reactivar a la población y recordar las buenas prácticas de reciclaje tanto de la orgánica como del resto de residuos domésticos, Promedio iniciará una campaña de sensibilización en las próximas semanas en ambas localidades.