La consejera de Educación y Empleo, Esther Gutiérrez, y el director general de Innovación e Inclusión Educativa, Juan Pablo Venero, han visitado el 'Aula de futuro' del IES Bembézar, de Azuaga, la número 81 de estas aulas que utilizan la tecnología para mejorar las condiciones de aprendizaje del alumnado, por lo que con ella casi se duplica el número de aulas en la región en este curso, ya que el pasado año académico se inició con 48.

Además, con este nuevo espacio en Azuaga, que lleva por nombre ‘Aula q: Asunción Gómez Pérez’, en homenaje a la catedrática de la Real Academia Española que es natural de la localidad, se alcanzaría la implicación de 1.100 docentes en este proyecto.

De las 81 aulas del futuro actuales, 73 están ubicadas en centros educativos, 7 más en Centros de Profesores y Recursos (CPR) y una en la Facultad de Formación del Profesorado de Cáceres. Estas aulas están incorporadas al Plan de Educación y Competencia Digital de Extremadura INNOVATED.

La consejera de Educación ha señalado que "estamos influenciados por la evolución de las tecnologías. Esto, realmente, está siendo imparable, como la inteligencia artificial, que ya está aquí".

En este sentido, ha incidido en que "la educación de hoy en día tiene que ser totalmente distinta porque vivimos en una sociedad que no tiene nada que ver a la de hace 30 años" y ha apuntado que "los cambios están aquí y la educación no puede mirar para otro lado" y "es lo que la Junta de Extremadura, a través de la Consejería de Educación y Empleo, está haciendo: estar a la orden del día", ha destacado la consejera.

Estas aulas se caracterizan por distribuir el espacio y los recursos de una manera distinta a la tradicional, lo que supone una consolidación muy importante en el ámbito de la innovación educativa, ya que se centran en el desarrollo de las competencias y de las habilidades transversales abordando, a la vez y de manera transversal, los contenidos curriculares.

La irrupción de la tecnología en estas aulas permite también nuevas oportunidades en el ámbito educativo, en concreto para el fomento de la equidad y de la inclusión educativa, que son dos pilares claves del modelo educativo extremeño, y recogidos en la nueva ley educativa, la LOMLOE.

Constituyen un ejemplo de una forma diferente de distribuir el espacio y los recursos del aula, de modo que se facilite trabajar por zonas en las que se desarrollan las diferentes competencias y contenidos curriculares, como son la Zona de Presentación e Intercambio, la Zona de Interacción y Exploración, la Zona de Investigación y Experimentación y la Zona de Creación y Desarrollo.

Su finalidad es la de flexibilizar los espacios y aplicar la tecnología mediante metodologías activas que mejoren los procesos de enseñanza-aprendizaje, de forma que la tecnología se ponga al servicio del aprendizaje de las competencias necesarias para el alumnado.

La Junta de Extremadura ha invertido 42 millones de euros para actualizar y ampliar la dotación tecnológica de los centros educativos, para impulsar la digitalización del sistema educativo. Esta cuantía procede de fondos extraordinarios europeos del Mecanismo para la Recuperación y Resiliencia (MRR).