Eclectismo. Esto es lo que prometía la cuarta noche de preliminares, la primera jornada larga del concurso, pero ni por esas han podido evitar que las madres de Los 3W se hiciesen con todos los titulares de la jornada.
Los Informales eran los encargados de abrir la noche. Con el extra de que 18 de sus 20 componentes habían subido a las tablas del López de Ayala en otras agrupaciones, y dos habían recorrido ya los rincones de Badajoz con una murga callejera, se han presentado con un tipo de soltero independiente que ha recordado al Rufino Casado de Los Mirinda. Lo han hecho en mitad de un pisito de soltero donde no faltaban las macetas secas y acordándose de la concha acústica y el concurso. También de la situación política, dedicándole a la independencia de Cataluña una de las letras más bonitas que se han escuchado en lo que va de COMBA. No quieren ligar estos carnavales, pero corren el riesgo de conquistar la fase de semifinal.
El segundo turno de la noche era para Las Polichinelas, que se anunciaban dispuestas a tomar conciencia. Han aparecido sobre el escenario con un tipo de Pepito Grillo que, arropado por un Pinocho gigante, se ha tomado unas copas de más mientras echaba un continuo pulso entre el ángel y el diablo. Por primera vez en este carnaval una murga se ha acordado del Santa Teresa y le ha hecho protagonista de un pasodoble. Buen repertorio a partir de las canciones de Disney en el popurrí.
Tras ellas, ha llegado la hora de Los 3W. Bajo el epígrafe ‘Madre no hay más que dos’, los de Olivenza han ejecutado un duelo de madres: a la izquierda la madre tradicional, de las que parían en casa y barren con el cepillo, y a la derecha la madre moderna, que para limpiar tiene un robot y tiene a sus hijos en una clínica privada. Han conectado con el público desde el primer instante recreando cada detalle de uno y otro perfil y haciendo que todos los presentes se sintieran identificados con las situaciones que han narrado, entre ellas los bailes de la barra libre de una boda. El patio de butacas ha llorado de la risa con ellos, pero también de emoción con un impresionante pasodoble contra la violencia de género.
Tras el descanso
Tras el descanso han subido al escenario Las Sospechosas. Algún que otro panfleto por el recibidor del teatro dejaba intuir que su tipo tendría algo que ver con Youtube, y así ha sido. Estas chicas se han presentado como unas poderosas influencers que han hecho de las redes sociales el tema principal de su actuación. Mención a parte merece el pasodoble dedicado a cómo éstas venden la intimidad de las personas en internet. El directo en Facebook en mitad de la actuación ha sido muy ocurrente.
Desde Almendralejo llegaba en quinta posición La Mascarada. Es la murga más veterana del concurso pero, en los últimos años, no termina de descubrir cuál es la receta para colarse en la semifinal. Incluir voces femeninas puede que sea uno de los ingredientes. Se han presentado con un tipo de arqueólogo con varios guiños al tren, algunos más emotivos, como el ejemplo de manifestación pacífica que dieron los extremeños en el 18-N, y otros más divertidos, como el tren que han sacado al escenario de la compañía Ten-fe. Con ellos, al fin, ha sonado el nombre de Chiquito de la Calzada sobre el escenario.
Los Camballotas han sido los encargados de bajar el telón. El público los esperaba con ganas ante el espectáculo que dieron el año pasado con la discoteca de buitres pero el tipo de desconfiado de esta edición parece ser que no ha calado tan hondo. Aún así, han tenido puntos muy divertidos, como el pasodoble a Fragoso o el cumple a Endesa. Lo más puntero, el espejo retrovisor que llevan sujeto al disfraz ante la desconfianza general, y es que los de Olivenza desconfían hasta del precio de las entradas.