Hoy no es necesario adquirir entradas, ni disfrutar de un espectáculo para sentarse en el patio de butacas del López de Ayala. El teatro público de Badajoz abre sus puertas al público en general con motivo del Día Mundial del Teatro y conmemorar el 25 aniversario de su reapertura. Con esta iniciativa, el Consorcio Teatro López de Ayala pretende mostrar, además de la parte interior y más técnica, la historia de este espacio.

El director del Consorcio Teatro López de Ayala, Miguel Murillo, ha atendido a los periodistas minutos antes de que comenzase esta jornada de puertas abiertas, a quienes ha reconocido que se trata de "un buen homenaje a la gente trabajadora". Sobre ello, Murillo ha hecho hincapié en la importancia del equipo técnico humano que hace posible que cada función se desarrolle con normalidad y sin incidentes.

Murillo ha explicado que durante estas jornadas se pueden conocer las "dos caras" del López de Ayala. La primera es la que conoce cualquier espectador que se sienta en su patio de butacas y observa el escenario, mientras que la segunda, "desconocida", muestra los entresijos del espacio. Una parte que, a través de un recorrido, muestra el foso del teatro, "una auténtica joya para que la acústica pueda funcionar" -ha asegurado el director- y los sistemas de protección y seguridad. También enseñará la tramoya, "el corazón del teatro", y la terraza, que acoge representaciones en verano.

 

Tres momentos históricos
Este año se cumple el 25 aniversario de la reapertura del López de Ayala, una efeméride en torno a la que gira esta jornada de puertas abiertas.

Murillo ha recordado que, a pesar de que este teatro abrió sus puertas en 1886, se vio arrasado por un incendio en 1936, coincidiendo con la toma de la ciudad durante la Guerra Civil.

"Solamente en cuatro años se volvió a levantar el López", ha recalcado el director evocando su reapertura en 1940. "La tercera resurrección fue en 1993, cuando estuvo a punto de desaparecer para siempre", ha comentado aludiendo al deseo de construir en su localización unos bloques de piso. Fechas que están grabadas en una placa en hall del espacio.

 

Curiosidades y anécdotas
Durante esta jornada de puertas abiertas, atendidas personalmente por el director del consorcio, también se están desvelando algunas curiosidades y anécdotas del López de Ayala.

Entre ellas, según ha indicado, la visita de las "enormes" bombas de protección de agua, la disposición de los palcos que miran al patio de butacas "por reminiscencia del pasado" o la lucha contra las terminas, "un enemigo que tenemos que batir periódicamente de forma radical porque si no se comerían todo el espacio de madera".

También la anécdota del fantasma de Federico, una leyenda que muchos "la tienen muy incorporada". Murillo ha detallado que en el Teatro Menacho falleció el hijo del gerente, llamado Federico, y que su fantasma deambulaba por aquel espacio "haciendo sus fechorías", apagando luces o apareciendo en espejos, entre otras, y que con el cambio de teatro por parte del equipo de trabajo humano, se trasladó al López.

La jornada de puertas abiertas, que también recuerda que en el momento de su reapertura en 1993 era de gestión privada y que un año más tarde se formalizó el consorcio haciéndolo de carácter público, finalizará a las 14:00 horas.