Fue a mediados del siglo XX cuando en el entorno de los regadíos del Alagón se levantaba un poblado de colonización, Pajares de la Rivera, con su iglesia, su escuela, la casa del maestro y otras viviendas de la arquitectura típica de colonización. Sin embargo, al cabo de los años, esta pedanía de Riolobos se vio poco a poco abandonada, con sus edificios avanzando a la ruina, su fuente oculta por la vegetación, el colegio vacío o los caminos sin asfaltar.

Hoy, la iglesia se ha convertido en el “Templo del arte”, un espacio multicultural; el edificio anexo, en lugar de trabajo colaborativo, con despacho y sala de reuniones, un destino que tendrán también la casa de los maestros y la escuela, que se encuentran en plena rehabilitación; las viviendas se han recuperado, los caminos asfaltado, la fuente mana, y se puede contemplar la vida de una bodega, además de algún huerto y sonido que refleja la actividad y presencia en el resto de viviendas, que acogen a 14 vecinos ya empadronados.

Este ha sido el escenario que han contemplado esta semana el presidente de la Diputación de Cáceres, Miguel Ángel Morales, y la vicepresidenta primera, Esther Gutiérrez, en la visita que han hecho a la localidad, acompañados de su alcalde, José Pedro Rodríguez, y otros representantes y trabajadores y trabajadoras locales.

“Sinceramente -ha manifestado Morales- es una enorme satisfacción ver cómo la política se concreta en realidades y en una lucha real contra la despoblación; lo vemos en un núcleo como este que, con la implicación de su ayuntamiento y el apoyo de otras instituciones como la Diputación de Cáceres, hoy es un núcleo con vida y con uso, con 14 personas viviendo y con un enorme interés de empresas y empresarios para venir a trabajar o teletrabajar desde aquí”.

El alcalde ha expresado “el orgullo que sentimos, porque hemos puesto mucho empeño y está saliendo adelante”. En este sentido, reconoce el impulso que suponen ayudas como el Plan de Pedanías de la Diputación de Cáceres o el proyecto “Contenedores de Arte”, impulsado por la Asociación de Universidades Populares de Extremadura y la institución provincial.

Además, se ha referido al interés que el espacio coworking ha despertado. “Cedemos las salas, los despachos a emprendedores o empresas asentadas que deciden trabajar desde este lugar, y, vista la demanda, nos hemos lanzado a reconvertir también la escuela y la casa del maestro, que sumarán más despachos y otra sala de reuniones, de modo que podamos atender a las solicitudes que nos llegan”. Interés dentro de la región, en otras comunidades españolas e, incluso, interés llegado de otros países, como Alemania, desde donde, explicó el acalde, se puso en contacto una empresa para conocer el espacio.

Ahora, ha dicho, “es necesario que las instituciones nos sigan apoyando para poder crear una red de centros de trabajo colaborativo rural, nos tienen que ayudar para poder llegar a todos los rincones, que se conozca en cualquier sitio, y no solo de España sino del mundo”.

En esta visita, el presidente y la vicepresidenta de la diputación quisieron acercarse también al aula de la naturaleza, el centro del Cerro Tomillar, en el Parque Periurbano de Riolobos, dedicado al estudio de diferentes especies de plantas, entre ellas, las orquídeas que se dan en esta zona.